La Cita Perfecta

Feliz Viernes! Me dije a mi misma en la mañana al levantarme. Tenía un día de trabajo liviano, no muchas citas de trabajo, mas bien llamados y trabajo administrativo. Tenía una cita reservada en la peluquería y a la noche vería a un amigo. La noche era prometedora, pero estoy enfocada en mi y como me siento a cada momento, al menos eso procuro en vez de dejarme encandilar por los encantos de la persona con la cual iba a compartir la velada.

Resulta que a mitad del día la cita se cancela, justo a la salida de la peluquería. Mi pelo luce genial! a pesar de la lluvia me hace sentir una estrella de cine! La verdad es que la razón de la cancelación dio un poco de frustración. Había planeado como nunca lo que me pondría, casi todos los detalles. Pero seguí trabajando, organizando showings, terminando contratos etc. A la tarde tomé unos mates y me pinté las uñas. Tengo un diseño nuevo fácil de hacer que me encanta!

La Cita Perfecta

Pero calló la noche cerrando un día de lluvia incesante. Estaba en mi cama con la computadora, el teléfono paró de sonar. Mi estado emocional se bifurcaba entre deprimirme o salir a bailar. Los chicos no están en casa, mi pelo es de estrella de Hollywood y me acordé de la película de los Mappets, la canción “Me, Party”. Salté de mi cama, me puse las botas una blusa, me maquillé y agarré las llaves. Chau Coco, nos vemos en un rato.

No fui muy lejos, paré en un restaurante local de comida turca. Claro cuando entré pregunté por samosas, pero no era el lugar indicado para ese plato. La moza me dijo, puedes leer el menú de comida para llevar o puedes sentarte y comer acá. Sonó como una buena idea, “me party” jaja!

El lugar es hermoso, aunque era de noche y afuera llovía sin parar sentía como si estuviera sentada en el jardín mas lindo. Sonaban tenuemente canciones de Andrea Bocelli. Lo que hacía el ambiente del lugar suave acogedor y romántico a la vez. Habían grupos de personas y también parejas, yo contrastaba con party of me. Poco me importó cuando llegó mi comida, que estaba deliciosa y la aproveché hasta que literalmente no me entraba más. La idea era salir sola, tal vez a tomar una cerveza, pero entré equivocada al lugar perfecto. Un ambiente relajado donde compartí un rato conmigo, comiendo y disfrutando. Entretuve el paladar, pero creo que esas salidas alimentan mi alma también. Tenía ganas de tener la computadora conmigo para escribir estas palabras. Menos mal eso no pasó y seguí disfrutando de ese momento. En esa tranquilidad me sentí cómoda. Claro el Netflix de casa en el sillón tienta y está siempre ahí como un buen amigo. Pero es hora de escucharme a mí, escuchar mi propia historia, cambiar de escenario, degustar algo nuevo, vestirme y arreglarme para mí. “Me party” 🎶

Fue la cita perfecta.

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