Qué Sientes Ante Una Obra de Arte?

A partir de una obra de arte descubro mi desbalance.

Después de la clase de Historia del Arte en la Universidad subí a la ver la muestra de Arte que había estrenado recientemente. No había nadie en la sala, todo el arte para mi, para mi propia apreciación. No es nuevo que amo estos lugares. El arte me llama en todos lados y siento una connexion o rechazo de inmediato con cada pieza. Me veo en ellas, o veo mis emociones, mis miedos y algunos sentimientos. Una pieza de arte puede gustarte o no pero es raro que no te produzca “nada”, en el segundo que sientes algo el arte ya tuvo un efecto en tí. Algunas piezas nos hacen elevar nuestra vibración como la misma música o una meditación, o un abrazo. También es posible que nos inciten a sentir dolor e incluso ver ver un abismo fuera o dentro de nosotros mismos. Eres capaz de entregarte ante una pieza de arte para sentir lo que te produzca sin resistencia o anticiparte con tu intelecto? Porque el intelecto no ayuda en estos momentos, deja que el arte llegue a ti y cuéntame que te sucede. La sensación que este te produzca puede ir en un espectro tan diverso como desde la exaltación espiritual o experiencia religiosa, y pasar por una infinidad de sentimientos amor, compasión, ternura, contemplación, u otros grises u oscuros como la tristeza o angustia. Puede invitarte a la reflexión o sólo ofrecerte una imagen placentera.

Desde el año pasado o antes que eso puedo decir que veo que la vida me manda mensajes que no podía entender o fui entendiendo de a poco. Todo cae por su propio peso. Durante estos últimos años estuve corriendo una carrera contra mi misma. Escuché de mis allegados y no tan allegados muchas veces las siguientes palabras “Laura tenés que bajar un cambio”. A veces estar de una actividad a otra con la agenda llena te hace descuidar lo escencial, a ti misma. Te ha pasado? Te a sucedido que niegas que algo no está bien? Incluso cuando mi cuerpo me lo anunciaba estaba segura de que recuperarme lo antes posible era la meta. Poco entendía que “recuperarme” no es lo mismo que “curarme” o sanar.

Cupid and Psyche, 1794
Antonio Canova Italian. Copia en Plaster

Después de los 40 me puse las pilas, ejercicio y alimentación saludable incluso comencé a estudiar. Los 40 son la nueva década dorada. Me estaba encontrando a mi misma, sólo que no me detenía para ver la tierra conquistada. No tenía saciedad, siempre podía lograr algo más, otra meta, otra actividad para demostrarme a mí misma mi capacidad. Acostarme a dormir fundida de cansancio era mi meta diaria, dejar todo en la cancha como quien dice. Ser la mejor madre del mundo y al mismo tiempo trabajar, estudiar es algo que puedo hacer porque me puedo demostrar lo super mujer que soy. No hacerlo no era una opción. No quería defraudarme. Me gusta que mis hijos me necesiten, me gusta darle los gustos, peor aún me gusta esconderme en esas tareas para no mirar para adentro.

ornithology Art Show
Muestra de de Arte

La muestra de la escuela se titulaba “Ornithology” y constaba de una muestra alegórica a las aves. Una de las piezas sobresalientes era “Aerealist” hecha de acero, madera y cuchillos por el artista Paul Villinsnki. Estas alas aunque parezcan super etéreas están construidas a partir de cuchillos de acero. Cuando te acercas a ella te sientes intimidada por el tamaño y la belleza. A mí me pasó algo curioso cuando estuve frente a ella mi intelecto preguntó: “Está esta pieza equilibrada?” a lo que una vos interior respondió: No es una pregunta muy exigente para una obra, acaso tú estás equilibrada? Y sentí angustia, algo vacía. Entendí en aquel momento lo que todos me decían. Con tanta actividad, no podía ver lo que necesitaba, no me estaba dejando lugar ni siquiera para el placer. Veía el árbol pero no podía contemplar el bosque. Para ese momento ya estaba en terapia desde hace años, me había recuperado de la operación. Pero algo no cerraba, algo me hacía ruido. Complacer a otros, buscar la saciedad del ego no es el camino a la felicidad. Ese momento fue interesante para mí, en que el arte me lleve a verme a mi misma sin filtros. Podría ser un libro una poesía o una canción, pero fue allí en esa sala que pude recoger mis pedazos y comprometerme a mirar hacia adentro con compasión pero sin miedo. Yo también necesito de mi, yo también me debo cuidados, no es sólo lo que como o cuánto ejercito hago. Es mi alma, es espíritu. Es encontrarme y despegar vuelo.

Qué te da el arte? Qué cosas te ha hecho sentir? Cuéntame.

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8 comments

  1. María says:

    Me has hecho reflexionar acerca del arte, es cierto que el arte cuando te paras a observarlo con detenimiento siempre te hace sentir algo.

  2. Sonila says:

    Que post mas interesante, me hizo pensar mucho en todo de mi vida hasta ahora y los cambios que yo también estoy tratando de hacer en forma de nutrición y cuidado para mi misma!!!
    El arte siempre ha sido algo que me ha ayudado en mis reflexiones porque no siempre puedo deducir que pensaba el autor pero siempre te puedo decir que ha significado para mi cuando una obra de arte me ha influenciado.

  3. Yasmari says:

    Que siento cuando veo una obra de arte? Pues a mi me encanta me conecta con la creatividad, realmente me siento muy feliz de viajar e ir a ver obras de arte y ahora que vivo en España pues una delicia los museos todo!

    • Laura Rodriguez says:

      Qué lindo debe ser en España la movida del arte y la arquitectura. No conozco pero mi hermano me trajo un libro del museo del Prado, es mi sueño visitar ese lugar. Saludos Yasma

  4. Enriqueta Lemoine says:

    Laura querida, que sensibilidad. Yo me crié entre museos y galerías de arte… cuando pase todo esto es algo que quiero retomar. Hay que alimentar el espiritu…

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